Las barreras de acceso son dispositivos físicos diseñados para controlar y regular el flujo de personas o vehículos en áreas específicas, como estacionamientos, entradas a edificios, zonas restringidas y peajes, entre otros. Estas barreras pueden ser automáticas o manuales y están diseñadas para proporcionar seguridad y control de acceso en diferentes entornos.

Las barreras pueden ser automáticas, operadas por motores eléctricos que permiten su apertura y cierre mediante sistemas de control remoto, tarjetas de acceso, sensores de proximidad u otros dispositivos electrónicos. También pueden ser manuales, operadas por una persona que levanta o baja la barrera físicamente.

 Las barreras pueden estar fabricadas con una variedad de materiales, incluyendo acero, aluminio, plástico reforzado o concreto, dependiendo del nivel de seguridad requerido y las condiciones ambientales en las que se instalan.Las barreras pueden variar en diseño y tamaño dependiendo del propósito específico para el que se utilizan y del espacio disponible. Pueden ser barreras de brazo único, de doble brazo, de barrera articulada o incluso barreras retráctiles, entre otros diseños.

 Las barreras de acceso suelen estar equipadas con características de seguridad adicionales, como sensores de detección de obstáculos para evitar accidentes durante el movimiento, luces indicadoras para alertar a los usuarios sobre el estado de la barrera y dispositivos de bloqueo para impedir manipulaciones no autorizadas. En entornos donde se requiere un alto nivel de seguridad, las barreras de acceso suelen integrarse con sistemas de control de acceso más amplios, como lectores de tarjetas de proximidad, reconocimiento facial, códigos PIN o sistemas biométricos.